Dos formas de ver las cosas:
Mi mujer y yo estábamos sentados a la mesa en la reunión de mis ex compañeros de universidad.
Yo contemplaba a una mujer sentada en una mesa vecina, totalmente borracha que se mecía con su bebida en la mano.
Mi mujer me preguntó: - ¿La conoces?
- Sí, suspiré, es mi ex-novia. Supe que se dio a la bebida cuando nos separamos hace algunos años y me dijeron que nunca más estuvo sobria.
- ¡Dios mío!, exclamó mi mujer
¡Quién diría que una persona puede celebrar algo durante tanto tiempo!
Moraleja: Siempre hay dos maneras de ver las cosas.
miércoles, 28 de octubre de 2009
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